Más de 6 000 Teslas con placas TLC en Nueva York: el vacío de supervisión de FSD

Nueva York impulsa una revolución eléctrica en el sector de los vehículos de transporte con conductor (VTC). La Green Rides Initiative del alcalde Eric Adams pretende que casi todo el sector de Uber y Lyft pase a cero emisiones antes de 2030. La iniciativa ya afecta a más de 84 000 conductores de dichas plataformas businessinsider.com y, según datos municipales, menos del 10 % de los viajes en marzo se realizaron en vehículos eléctricos (EV) businessinsider.com. Para estimular la transición, la Comisión de Taxis y Limusinas (TLC) abrió por primera vez en cinco años la posibilidad de obtener nuevas licencias, pero solo para EV. Esa apertura provocó una avalancha de solicitudes: el organismo aprobó unas 8 400 licencias para EV, elevando el total a más de 11 000 businessinsider.com. La mayoría de los nuevos matriculados son Teslas: su autonomía relativamente alta, el acceso a la red de supercargadores y la percepción de menor mantenimiento los convierten en la opción preferida de miles de conductores.

Sin embargo, detrás del crecimiento de los EV se esconde un problema que la ciudad no ha abordado: miles de Teslas con placas TLC podrían llevar activada la beta de Full Self‑Driving (FSD). Tesla comercializa su sistema FSD como un paquete opcional de conducción semiautónoma que añade a su sistema Autopilot funciones como navegación autónoma, asistencia para el cambio de carril, estacionamiento automático y la capacidad de convocar el vehículo desde un espacio de estacionamiento. Aunque la compañía lleva años prometiendo vehículos totalmente autónomos, actualmente sus coches solo alcanzan el nivel 2 de automatización (según la SAE International) y requieren supervisión constante del conductor. Numerosos expertos y organismos reguladores han criticado el término “Full Self‑Driving” por inducir a error; la propia Tesla reconoce que no es un sistema totalmente autónomo.

Accidentes y vigilancia federal

Tesla afirma que sus sistemas de asistencia a la conducción reducen accidentes causados por fatiga o distracción, pero choques de alto perfil y muertes asociados a Autopilot han despertado la preocupación de reguladores. En 2015 la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) advirtió que cualquier vehículo autónomo debe cumplir las normas de seguridad federales. En febrero de 2021, el presidente de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), Robert Sumwalt, envió una carta a la NHTSA pidiendo que los vehículos de nivel 2 incorporen salvaguardas que limiten el uso de sistemas automatizados a las condiciones para las que fueron diseñados y señaló que la falta de estas medidas contribuyó a un accidente mortal en Delray Beach, Florida.

Ante el aumento de incidentes, la NHTSA emitió en junio de 2021 una Orden General Permanente que obliga a los fabricantes y operadores de vehículos equipados con sistemas de asistencia avanzada (nivel 2 o superior) a informar los accidentes. La orden, vigente desde agosto de 2021, exige notificar los siniestros en los que el sistema estuviera activado en los 30 segundos previos y hubiera lesiones, muertes, despliegue de airbag o participación de usuarios vulnerables. Tras 17 heridos y una muerte en colisiones contra vehículos de emergencia, los reguladores abrieron una investigación formal (PE 21‑020) sobre Autopilot en.wikipedia.org.

Estas investigaciones federales evidencian que FSD sigue en fase beta y no es un piloto automático fiable. Aun así, miles de conductores neoyorquinos podrían estar usándolo en uno de los entornos urbanos más complejos del mundo. La TLC exige que sus vehículos pasen inspecciones técnicas y que los conductores completen 24 horas de formación, pero no contempla revisar qué software llevan los coches ni si su uso cumple las normas nyc.gov. La ausencia de controles específicos deja un vacío en materia de responsabilidad civil: si un Tesla con FSD provoca un accidente grave en las atestadas calles de Manhattan, ¿quién responde: el conductor, la empresa de flotas, la TLC o Tesla?

El despliegue de FSD en un entorno sin infraestructura

La transición a los EV no solo implica comprar un coche nuevo. Nueva York tiene actualmente cerca de 200 cargadores rápidos y unas 1 900 estaciones de nivel 2 businessinsider.com, cifra insuficiente para abastecer a los miles de conductores que ya disponen de licencias. La administración Adams quiere ampliar la red a 6 000 cargadores rápidos y 40 000 conectores de nivel 2 en esta década businessinsider.com. Esta expansión demandará miles de millones de dólares y coordinación entre la ciudad, las empresas eléctricas y compañías privadas businessinsider.com. Mientras tanto, muchos conductores han de esperar horas para cargar y circulan en busca de enchufes disponibles businessinsider.com.

En ese contexto, la posibilidad de activar FSD aumenta los riesgos. La conducción autónoma requiere una infraestructura digital y física que aún no existe en Nueva York: señalización clara, carriles delimitados, comunicaciones vehículo‑infraestructura y protocolos de responsabilidad. Con más de 11 000 licencias de EV, un número que podría crecer si se reanuda el programa de nuevos permisos businessinsider.com, la presencia de vehículos semiautónomos sin supervisión podría convertir las calles en un laboratorio descontrolado.

¿Quién debe intervenir?

La TLC y el ayuntamiento han sido pioneros en electrificación, pero no han establecido criterios sobre el uso de FSD. Algunas propuestas para abordar el vacío incluyen:

  • Auditar la flota: revisar las configuraciones de software de los EV con placas TLC para saber cuántos tienen activado FSD y en qué condiciones se utiliza.

  • Actualizar la normativa: exigir que los sistemas de conducción asistida se limiten a funciones de nivel 2 y prohibir la activación del modo FSD en zonas densamente pobladas hasta que cumpla estándares más exigentes.

  • Formación obligatoria: incluir módulos sobre las limitaciones de Autopilot y FSD en los cursos de formación de conductores y exigir certificaciones para su uso.

  • Revisar la responsabilidad: definir jurídicamente quién asume la responsabilidad en caso de accidente relacionado con FSD —algo crucial para los conductores que trabajan a través de plataformas y para las flotas que poseen decenas de vehículos.

Conclusión

Nueva York necesita reducir su huella de carbono y mejorar la calidad del aire, y la electrificación de los VTC es una pieza clave en ese plan. Hasta ahora, la TLC ha expedido más de 11 000 licencias de EV y aspira a convertir una de las flotas más grandes del mundo en un referente de movilidad eléctrica businessinsider.com. Pero la llegada masiva de Teslas con el software FSD sin supervisión adecuada amenaza con empañar esos logros. Autopilot y FSD siguen siendo sistemas de nivel 2 que requieren atención humana constante static.nhtsa.gov; su comercialización como “conducción autónoma” ha sido criticada por inducir a errores static.nhtsa.gov, y las autoridades federales han tenido que intervenir tras decenas de accidentes en.wikipedia.org.

Si la ciudad no actúa para auditar y regular el uso de FSD, podría encontrarse con miles de taxis semiautónomos circulando sin control por calles saturadas y rodeadas de peatones, ciclistas y usuarios vulnerables. El impulso eléctrico no debe convertirse en un experimento arriesgado con vidas humanas; al contrario, debe combinarse con normas sólidas y transparencia tecnológica para garantizar que las promesas de Tesla no se conviertan en tragos amargos para los neoyorquinos.